Raine Hrívë

La Casa Hrívë es la casa más antigua de Lössegard y tras su línea generacional se ocultan secretos que sólo ellos conocen. Nací hace 19 años como la primogénita de mi familia. A diferencia de muchos Reinos, en Lossëgardh son las mujeres las que tienen derecho sobre los hombres a gobernar (de cualquier manera nunca tuve un hermano varón que pudiera discutirlo) y esto se debe a un solo hecho: Nuestra familia aún posee un poco de la magia que se perdió hace cientos de años pero sólo las mujeres tienen el don de manipularla.
Pasé gran parte de mi infancia aprendiendo no sólo las artes que una señorita de mi clase debería conocer (danza, bordado, canto, etc.) sino también aquella necesarias para gobernar (Estrategia, combate, historia, magia, etc.), siempre prefiriendo éstas últimas sobre las otras (lo cual me llevaba a discutir eternamente con la Reina Anna (mi madre). Menos mal que no estuve sola en mi travesía, a mi lado siempre se encontraba un espíritu antiguo cuyo concejo siempre es bienvenido.
Aún a pesar de nuestras discusiones amaba a mi madre así que no pude evitar la pena y el dolor ante su muerte, hace poco más de un año. Nunca supe con seguridad qué enfermedad la acosaba y por más que hice hechizos y pociones para aliviar su malestar no pude hacer nada…
Ante su ausencia (y la de mi padre el cual murió cuando apenas era una niña) me vi obligada a atender mis obligaciones ante Lössegardh y sé que, de acuerdo a las leyes de nuestro reino, en cuanto cumpla los 26 años (o contraiga matrimonio, lo cual veo un poco absurdo aún) tomaré el título de Reina.

Espíritu impetuoso, libre, voluble… Así es como fui desde que nací. Tal vez fue por ese motivo que me colocaron el nombre de Raine y sin embargo, a pesar de mi impulsividad, siempre estoy analizando las cosas gracias a mi gran habilidad de observación.
Está por demás decir que tengo un alto sentido de la justicia y del honor, por lo que a veces me cuesta trabajo comprender a algunas personas que rompen con esos ideales y tiendo a romper el respeto por ellas.
Me gusta vivir el momento y disfrutar cada instante ¿acaso no es demasiado corta la vida como para no hacerlo?

No sé por qué todos han cerrado los ojos. Es evidente que los Caballeros del abismo han regresado y yo debo proteger a mi reino, cueste lo que cueste. Esos monstruos no tendrán ni un ápice de nuestra sangre, estaré preparada . Además la muerte del emperador me hace pensar que la guerra es latente y no deseo que mi gente se vea perjudicada, sin embargo… si debemos pelear por nuestras tierras, tengan la seguridad que seré la primera en salir a batalla…

Son pocos los objetos que atesoro, la mayoría de ellos fueron regalos…
*Cristal, ese es el nombre de la espada que ha pasado de generación en generación a las manos de los descendientes de mi Casa. Es una espada de acero que posee un pequeño hechizo que refuerza al metal para que éste no pueda romperse y no pierda su filo a pesar de que pruebe el sabor de la sangre.
*Llevo siempre al cuello un pequeño dije en forma Luna encerrada en una gota de Agua cristalizada, un regalo que mamá me dio cuando nací.
*El piano de mamá, regalo de bodas de parte del abuelo. En él aprendí a tocar.
*Mi violín.